Libros para sobrevivir al verano

[Este 2016 estoy tratando de saldar cuentas pendientes, por eso en la lista de libros recomendados a esta altura del año se cuelan algunos que no son novedades]

– ‘Léxico familiar’ (Lumen) y ‘Eso fue lo que pasó’ (Acantilado), de Natalia Ginzburg. No había leído nada de esta mujer hasta este año y es algo imperdonable. Escribe con una facilidad que desarma y a ratos duele. Además, me arrastró a otras lecturas como las memorias de Giulio Einaudi.

– ‘Tú no eres como otras madres’, de Angelika Schrobsdorff (Errata Naturae). Adictivo del principio al final. Del Berlín de los años veinte al exilio tras el ascenso de Hitler. Con unas protagonistas caprichosas e inconscientes a las que terminé odiando.

– ‘Una historia personal. Sobre cómo alcancé la cima del periodismo en un mundo de hombres’, de Katharine Graham (Libros del KO). Sobre cómo era presidir el Washington Post durante el Watergate. Por sus páginas desfilan Kissinger o Capote, pero lo verdaderamente increíble es ver cómo Graham se da cuenta de que una mujer puede controlar un periódico. Del despertar de una mujer y la dignidad tras las humillaciones a las que la sometió su marido.

– ‘Rayos’, de Miqui Otero (Blackie Books). Es uno de esos libros generacionales en los que es fácil verse reflejado en los tics de los  protagonistas. A ratos me hizo pensar en Kiko Amat.

– ‘El ruido del tiempo, de Julian Barnes (Anagrama). No es ningún secreto que Barnes es uno de mis escritores favoritos, tal vez aquí no está a la altura del increíble ‘El sentido de un final’ o el conmovedor ‘Niveles de vida’, pero sigue siendo un novelón. El protagonista es Shostakóvich. Y qué carajo: el Leicester ha ganado la Premier, bien merece Barnes una oportunidad.

– ‘Farándula’, de Marta Sanz (Anagrama). Para mí la mejor escritora española actual y una de sus mentes más lúcidas. Aquí te obliga a usar el diccionario.

– ‘En el instante preciso’, de Lynsey Addario (Roca Editorial). Addario es una de las fotoperiodistas más prestigiosas del mundo. Ha recorrido Latinoamérica, ha cubierto las guerras de Irak y Afganistán, la han secuestrado dos veces, ha hecho fotos en Darfur o en Somalia, ha ganado un Pulitzer… Y es una mujer que habla sin tapujos del miedo. El miedo a morir en Faluya o el miedo a no poder tener una vida ‘normal’, a no poder enamorarse o ser madre.

– ‘Funny girl’, de Nick Hornby (Anagrama). Nadie escribe diálogos tan ágiles como Hornby. Es casi imposible no disfrutar de sus novelas.

– ‘Departamento de especulaciones, de Jenny Ofill (Libros del Asteroide). Lo rescato aquí, pero con una advertencia: no lo leas como una novela. Es un artefacto curioso, a ratos hermoso y a ratos doloroso. Va de amor, claro.

– ‘La larga marcha’, de Rafael Chirbes (Anagrama). Es anterior al Chirbes premiado, dicen que es una novela de formación. A mí me pareció una historia sobre las víctimas de la Guerra Civil española, que fueron todos. Vencedores  y vencidos, pero también los hijos de aquellos.

 

 

*

Y una canción.