Mis libros de 2023

by Lara Hermoso

Sentarse a repasar los libros del año es como comprobar cuántas muescas hay ya en el revólver. Es ponerme frente a un espejo y hacer un balance real de qué y cómo ha sido este 2023. Es sorprenderme conmigo misma. Descubrir que los ensayos han comido terreno a las novelas, que las escritoras -en femenino- siguen siendo mayoría en la lista de lecturas globales sin que sea algo premeditado, que durante algunos momentos del año he estado verdaderamente obsesionada con el Proyecto Manhattan, que siempre añoraré a Martin Amis, que Juan Gabriel Vásquez me firmó un libro, que conocí a Jane Smiley, que saldé cuentas pendientes con Sciasia y que, a pesar de todo, he leído menos y no me importa demasiado. Pensar en los libros del año también es recordar que estuve en países extranjeros sin pasar una sola página por primera vez en mi vida, pero que recorrí Vietnam acompañada de Denis Johnson y Ocean Vuong, que ‘Vivir deprisa’ de Brigitte Giraud me arrulló de una forma extraña durante un vuelo, y que las ‘Lessons’ de McEwan hicieron acto de presencia en un escaparate de Amsterdam. He envidiado las vidas de Erika Fatland y Timothy Garton Ash, el viaje de ella por los catorce países que hacen frontera con Rusia y el viaje íntimo de él, un europeísta convencido de pasaporte británico forjado en Berlín Este. Y he envidiado y disfrutado su capacidad para narrarlo.

El que se escapa es un año en el que la poesía se ha convertido en parte indispensable de mi vida, y en el que la Generación del 50 ha irrumpido con fuerza. Un año con banda sonora propia, en el que la música y la música en directo robaron espacio a la lectura, pero allá vamos y, como siempre, no hagan caso al número en el que aparecen los libros porque el orden de los factores no altera el producto.

‘Libre’, de Lea Ypi. El libro que con más entusiasmo he recomendado este año. El relato de una niña extremadamente inteligente que crece creyendo las mentiras de la dictadura albanesa, adorando “al tío Enver (Hoxha)”, y sin conocer la verdadera historia de su familia. Ypi ha escrito un libro hermoso -de una forma extraña- en el que reflexiona sobre el concepto de Libertad. Algo que ella descubrió de forma abrupta en diciembre de 1990, cuando comenzó a desmoronarse la única realidad que había conocido, el Comunismo. La autora creció en una familia que sufrió en sus propias carnes las consecuencias de la dictadura del proletariado y ahora, ante el desconcierto de su propia madre y convertida en profesora de la London School of Economics, se dedica a investigar y explicar el Marxismo. Acerquénse al libro desprejuiciados y disfruten del talento natural que tiene Lea Ypi para hacer literatura.

‘Las sepultureras’, de Taina Tervonen. Es tan bueno como impactante. Tervonen viajó durante diez años a Bosnia-Herzegovina para seguir el trabajo de Senem Škulj, antropóloga forense, y Darija Vujinović, investigadora. Ambas trabajan buscando e identificando a desaparecidos de la guerra. Senem trata con los huesos y Darija con las familias. La primera era una niña durante el conflicto y después trabajó en Tomašica, una de las mayores fosas comunes de la guerra. Trabajó recuperando e identificando cuerpos, cuerpos y no huesos. “Yo lo que peor llevo es el hedor (..) me conecta de inmediato con el pasado. Es el olor de una muerte reciente. Abrimos la fosa y, con ese olor, es como si acabase de ocurrir, como si hubiese muerto hace dos días”, escribe Tervonen. Esos cuerpos servían como pruebas en el juicio que se llevó a cabo en el TPIY, y comprender el trabajo descomunal de estas mujeres por hacer justicia y reparar la memoria de las víctimas es emocionante, triste, hermoso y desolador.

‘Salir de la noche’, de Mario Calabresi. Conocía a Calabresi, uno de los periodistas más reputados de Italia, y sabía quién había sido su padre, el comisario Calabresi, asesinado por la extrema izquierda, pero cuando leí este libro todo cobró una nueva dimensión. ‘Salir de la noche’ es un testimonio desgarrador sobre qué significa ser víctima del terrorismo. Unas víctimas cosidas por un hilo invisible, un hilo de sangre que podría haber dado pie a la venganza, pero que en este caso se transforma en un ejercicio de generosidad y honestidad. El de Calabresi es un libro atravesado por el dolor, pero también por el amor. Conocer su historia, acercarse a la figura de su madre, deja al lector noqueado. Y nos recuerda la necesidad de construir memoria y de cuidar a las víctimas en busca de reparación y justicia.

La luz difícil’, de Tomás González. Tiene tan pocas páginas que uno no espera el golpe que está dispuesto a asestarle el escritor colombiano. “A Jacobo le quedaban ocho horas, si no se asustaba y cambiaba de parecer. Jacobo no era de los que se asustan o se arrepienten, pero la vida tiene un poder que se parece a la locura”. Jacobo es el hijo del protagonista, un pintor colombiano afincado en Nueva York obsesionado por captar la luz mientras la vida del hijo se apaga. Una reflexión sobre la eutanasia, el dolor, el paso del tiempo. Y una de las novelas más especiales y conmovedoras que he leído últimamente.

‘Chica, 1983’, de Linn Ullmann. Si buscan el nombre de la autora en Google una de las primeras cosas que les saldrá es que es hija Ingmar Bergman y de la actriz Liv Ullman, unos apellidos que hicieron que la escritora creciera a caballo entre Noruega y Nueva York, que la han llevado a escribir una trilogía familiar, pero que no evitaron que Ullmann fuera también víctima de la violencia machista. No usa la palabra abuso, pero construye un relato asfixiante. El punto de partida de todo es una foto, una imagen que tomó de ella un fotógrafo al que llama A. Un hombre treinta años mayor al que conoció en un ascensor neoyorquino y por el que viajó a París convencida de que sería portada de la edición francesa de la revista Vogue. Nada sale como esperaba para esta mujer que lleva años sufriendo problemas psicológicos. Pero la grandeza del libro es la forma en que lo narra, las imágenes que construye y que la enlazan directamente con literatura de Renata Adler.

‘Los chicos de Hidden Valley Road’, de Robert Kolker. Un libro interesantísimo y adictivo que se sumerge en la historia de la psiquiatría para narrar cómo ha evolucionado el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad como la esquizofrenia. Una historia que Kolker construye a través de un caso real, de una familia, los Galvin, en la que seis de sus doce miembros son esquizofrénicos. El periodista estadounidense ha trabajado durante años en la investigación, ha conocido a alguno de los Galvin y el resultado es un libro de no ficción brutal que una lee como si se tratara de una novela negra.

‘Los astronautas’, de Laura Ferrero. Una historia sobre los secretos familiares que nos construyen, una exploración sobre el espacio exterior, aquí encontramos a una narradora que transforma a su padre en astronauta en un intento de entender por qué él y su madre nunca le contaron que un día fueron una familia. Es una novela triste, dura, conmovedora y que encierra un halo de luz en su interior. Un libro que yo leí del tirón una tarde de enero sin parar de llorar después de muchos años oyendo hablar de la misma historia, y preguntándome qué sentiría la familia de Christa McAuliffe cuando explotó el transbordador espacial Challenger.

‘Lecciones’, de Ian McEwan. Este año fue muy triste escuchar y leer a Ian McEwan lamentando la muerte de su viejo amigo Martin Amis, una pérdida que de repente nos obligó a comprender que el famoso British Dream Team de Herralde es mortal, y que sus voces se irán apagando. Tras varios libros escritos, creo, con la intención de divertirse y salir del paso, McEwan entrega en ‘Lecciones’ la que probablemente sea su última gran novela. Una historia que abarca varias décadas del siglo XX, que viaja por diversos países y que conecta directamente con la trayectoria vital del propio McEwan. Un regalo para los lectores que llevamos décadas siguiéndole con devoción.

‘Maniac’, de Benjamín Labatut. Es una elección poco original porque estoy segura de que es un título que se repetirá en las listas de libros del año. Labatut me deslumbró en ‘Un verdor terrible’ y aquí vuelve al mundo de la ciencia más pura para entregar un libro increíble, la historia del científico Von Neumann, uno de los artífices del Proyecto Manhattan y un genio carente de empatía. La forma que tiene el escritor chileno de ir despedazando a Von Neumann es hipnótica. Una lectura complementaria con otro libro brillante que me acompañó este verano, ‘Prometeo americano’, la biografía canónica de Oppenheimer en la que se basa la película de Christoper Nolan (que, confieso: no he visto).

‘La liebre con ojos de ámbar’, de Edmund de Waal. Un libro publicado hace años pero ya se sabe que cada uno llega a las lecturas cuando quiere o cuando puede. El autor, ceramista, se pone a investigar y a reconstruir la historia de su propia familia tras recibir la herencia de un tío abuelo, una colección de netsuke, unas figuritas japonesas muy pequeñas. De Waal viaja por París, Viena o Tokio para unir las puntos que conectan su historia familiar y que conectan, a la vez, la historia de los siglos XIX y XX. Una preciosidad.

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Y una canción.

¡Felices fiestas y felices lecturas!